El presidente Andrés Manuel López Obrador condenó la violencia que se vivió ayer en Ecuador cuando un grupo de hombres irrumpió en un canal de televisión en Guayaquil con armas largas, cortas y explosivos y retuvo a los trabajadores durante una transmisión en vivo y deseó que se restablezca la paz.
“En el caso de lo que está sucediendo en Ecuador expresamos nuestra solidaridad, apoyo al pueblo de Ecuador, a su gobierno y desde luego que reprobamos estas actitudes vandálicas, la violencia, el querer imponerse con el uso de la fuerza, apoyamos al pueblo y al gobierno de Ecuador en esta situación que espero sea transitoria y se restablezca la paz en el país hermano en Ecuador”, comentó en su mañanera de este miércoles.
Te recomendamos: Muere el cantante Diego Gallardo durante los disturbios en Ecuador
No hay mexicanos afectados en Ecuador
Ante la jornada violenta que se registró en Guayaquil y en otras partes de Ecuador, el presidente López Obrador aseguró que no se tiene el reporte de mexicanos que se encuentren afectados por esta situación que dejó al menos 10 personas muertas.
“No tenemos información de mexicanos que estén afectados por estos enfrentamientos, ha estado pendiente la Secretaría de Relaciones Exteriores. Ya emitió un comunicado desde el día de ayer la secretaria Alicia Bárcena y vamos a seguir informando”, dijo.
Agregó que desea “de todo corazón” que se recupere la paz y se aleje la violencia de dicho país, el cual es gobernado desde finales de noviembre de 2023 por Daniel Noboa, quien ante los hechos registrados ayer declaró “conflicto armado interno” e identificó a las bandas delincuenciales como terroristas, además de que ordenó el despliegue de operaciones militares para combatirlas.
Se fuga líder de banda criminal en Ecuador y estalla la violencia
La ola de violencia en Ecuador estalló luego de que el domingo 7 de enero la policía informara que Adolfo Macías, Fito, líder de la banda criminal Los Choneros, una de las que está en la mira de las autoridades, se había fugado de la prisión en la que cumplía una condena de 34 años.
Al día siguiente hubo incidentes de violencia en seis prisiones, donde al menos 150 guardias y otros miembros del personal fueron tomados como rehenes por los internos, 11 de ellos fueron liberados y además se reportó la fuga de 39 reclusos de una cárcel den Riobamba, algunos de los cuales ya fueron recapturados.